Cada deseo nace por el plan evolutivo que tiene tu alma.

¿Te has dado cuenta de que tu mente nunca se cansa de pedirte cosas?

Cada deseo nace por el plan evolutivo que tiene tu alma. No es porque sí que tienes un deseo u otro. Muchas veces piensas que cuando ese deseo que tanto quieres sea real ya serás feliz pero una vez llega a tu vida, no sabes cómo pero tu mente empieza a idear un nuevo plan. Eso pasa porque tu mente está diseñada para buscar siempre fuera, para decirte que cuando tengas esa pareja, luego la casa, luego el coche, los hijos… Hasta que llega un día que te sientas a charlar con ella (tu mente), haces las paces y entiendes de qué está formado cada deseo.

Por ejemplo, si deseas una relación es porque quieres sentir que te aman y ese deseo nace de que aún no te quieres y buscas el amor fuera. Ese amor que buscas sólo podrá surgir en el exterior cuando primero lo sientas en ti y sepas que eres una persona extraordinaria. Entonces, el exterior, simplemente vendrá a mostrarte lo que opinas de ti. Así que tu alma con ese deseo busca que aprendas a amarte.

Y así vas usando cada deseo que tienes para que tu alma pueda evolucionar a través de esas experiencias.

Aunque a veces aparezcan en tu vida experiencias que te hacen desear un nuevo trabajo, un mejor carácter para tu suegra o mejorar algún aspecto de tu salud… Todas esas experiencias junto con tu deseo de transformarlas, buscan llevarte al mismo lugar, a que puedas sanar y trabajar el plan evolutivo de tu alma.

Así que cada vez que tengas un deseo puedes observar qué es lo que te está pidiendo tu alma detrás de ese deseo.

Allá va la pregunta: ¿Qué está buscando tu alma con eso que más deseas ahora mismo?

Un abrazo!