Siempre, desde que tengo recuerdos, me repetía la misma frase: “La vida no puede ser esto,.. De pequeña era tan tímida que la gente se pensaba que era muda. Si, sé que ahora suena gracioso aunque en aquel momento no me lo pareciese tanto.

Con los años aprendí a salir de esa coraza que me mantenía protegida pero infeliz. Todo empezó con un taller de crecimiento personal. Lo que no sabía es que ese sería el comienzo de un viaje para rescatar la persona que soy ahora. Todos tenemos algo que nos hace únicos y nos conecta con la vida de forma extraordinaria, pero muchas veces no somos conscientes de ello.

Cuando me dijeron que meditar me podría ayudar en muchas cosas pensé: “¿Meditar yo?????? Si no tengo tiempo ni de ir al súper, cómo me voy a sentar en silencio a ver mis pensamientos pasar tranquilamente…” Meditar fue el punto de partida e hizo que este trabajo hacia mi misma se convirtiera en un viaje extraordinario que no había hecho más que empezar. Después de eso, vinieron cursos, formaciones, emociones y muchos kleenex gastados.

Siempre sentí que la vida, de algún modo, nos pone a las personas que necesitamos en el momento justo y así es como nació “Una Vida, Infinitas Posibilidades”. Este es un espacio para acompañar a las personas en ese viaje interior hacia sí mismas. Un punto de partida para que cada persona pueda descubrir aquello que la hace única y volver a ver la vida desde la alegría y la mirada de un niño.